“Supongamos que alguno de ustedes quiere construir una torre. ¿Acaso no se sienta primero a calcular el costo, para ver si tiene suficiente dinero para terminarla?” Esta frase muy conocida expresa una regla fundamental de sabiduría en la vida: todo proyecto resulta mejor cuando ha sido bien planeado. Y cuando hablamos de una empresa o negocio, en donde debemos considerar un escenario cambiante, un montón de factores que controlar y otras tantas cosas que podrían salir mal en el camino, con cuánta mayor razón.
Tal cómo ya hemos visto en artículos anteriores, el orden financiero es fundamental para una pyme en proceso de madurez y crecimiento, o que simplemente necesita resolver problemas financieros urgentes. Ahora bien, todo orden financiero parte del entendimiento que las finanzas de una empresa son algo tan complejo como delicado, ya que involucra muchos factores. Por esta razón, el funcionamiento de tu empresa no puede ni debe dejarse “a la suerte”, sino más bien, contar con el respaldo de una correcta planificación.
Primero que todo, ten por seguro que si no tienes una buena planificación financiera en tu empresa, más temprano que tarde tendrás un desorden financiero que te exigirá mucho más tiempo y esfuerzo para detectar y resolver problemas del día a día. Esto se vuelve crítico si consideramos que la mayoría de los dueños de empresa luchan con la falta de tiempo.
La realidad es que en las empresas a veces el dinero “no alcanza”, no porque no se estén percibiendo utilidades o porque no se esté trabajando productivamente, sino porque no existe un orden y una correcta planificación financiera.
Por otro lado, si no cuentas con un plan con el cuál guiarte, podrías estar viviendo en un constante estrés e incertidumbre respecto a las finanzas actuales y futuras de tu empresa. Y como es bien sabido, manejar un negocio en estas circunstancias no solo te predispone para cometer errores por falta de información, sino también te impide tomar decisiones correctas que lleven a tu empresa a mejorar la rentabilidad y/o conseguir un mayor crecimiento.
Para comenzar, considera el componente emocional. Tener una economía sana y bien planificada en tu empresa, te dará esa tranquilidad que tanto anhelas o ese “empujoncito'' de motivación para volver a enamorarte de tu negocio. Incluso si tus finanzas no andan bien, al tener un plan definido ya estarás desatando ese nudo que guardabas en el estómago y tendrás esperanza para lo que viene.
Por otro lado, no pierdas de vista las oportunidades de crecimiento y el potencial de tu negocio. En otras palabras, incluso si sientes que tu empresa funciona relativamente bien sin una planificación detallada, considera toda la rentabilidad, crecimiento y competitividad que podrías ganar por el simple hecho de comenzar a ordenar y planificar tus finanzas de forma más “profesionalizada”.
Y en cuanto a lo técnico, diseñar un plan financiero para tu empresa, no solo es requisito para mantener un orden financiero, sino que te permitirá trazar la ruta que encaminará tu empresa hacia el cumplimiento de objetivos y metas.
Una planificación financiera es el camino que debe recorrer una empresa desde su situación presente a una situación futura, para lograr objetivos determinados, considerando el escenario actual.
Piénsalo de la siguiente forma lógica: “Para poder realizar estimaciones realistas, es necesario contar con información de calidad y no solo basarse en intuiciones o corazonadas”. Este principio es la base en la que se sustenta cualquier tipo de orden y planificación. A continuación te dejamos 4 elementos claves que debes considerar para desarrollar una correcta planificación financiera en tu PYME.
Son los fondos que podrás destinar para adquirir activos operacionales que te permitan generar mayores ingresos o reducir costos operativos, sin sacrificar la calidad de los productos o servicios que ofreces. (Por ejemplo, la compra de una camioneta para realizar repartos)
También conocido como capital de trabajo, este presupuesto corresponde a las entradas y salidas de efectivo de tu negocio que utilizas para el funcionamiento de tu empresa, cumplir compromisos de financiamiento, cubrir posibles déficits de caja, resolver eventualidades o utilizar los excedentes para costear nuevas inversiones. En otras palabras, es tener la certeza del dinero con el que cuentas para costear el día a día del negocio y cumplir los compromisos que te has propuesto.
El estado de resultado es un instrumento que muestra el resultado financiero de todo lo que se ha llevado a cabo en la operación financiera de tu empresa. Esto te dará la información sobre el presupuesto operativo y te permitirá estructurar todo tipo de planes. En otras palabras, es un resumen financiero que te muestra si efectivamente estás ganando o perdiendo dinero en el negocio.
El Balance general te presenta la información relacionada al efecto que tendrá el plan operacional sobre los activos, pasivos y capital contable. Esto te permitirá conocer el comportamiento financiero de tu empresa, proyectado en los próximos años, desde el punto de vista del balance general.
Enfrentarse a una planificación financiera para tu PYME con un simple Excel, puede resultar una tarea difícil (por decir poco), sobre todo cuando no se cuenta con asesoría experta y las proyecciones son solo en base a la experiencia o intuición. Sin embargo, puedes ver esta situación como una oportunidad para aprovechar el potencial de tu PYME al hacer las cosas de forma más profesional.
Si sientes que tu PYME se encuentra identificada con lo descrito en este artículo, no dudes ni un segundo en considerar un acompañamiento externo que te entregue una visión fresca y renovada del negocio, y por sobre todo, te apoye con verdadera expertise en gestión financiera para tu PYME.