Hace 13 años Sebastián Lara fundó AIE-Solutions, una empresa de servicios de ingeniería eléctrica y automatización industrial, que programa sistemas de control para empresas productivas. Esta empresa abarca dos grandes áreas: Eléctrica y Automatización e Ingeniería. Su misión es entregar soluciones integrales, trabajando en conjunto con los equipos de trabajo de los clientes.
Cuando empezaron, todos los socios hacían de todo y no había roles establecidos para los trabajos. Además, convivían con otra gran problemática, que era que dependían mucho de un solo cliente (Unilever), una empresa grande con la que comenzaron el negocio.
“Nos pasaba que nos pisábamos la cola entre los mismos socios, por ejemplo, para los encargos más importantes se le preguntaba a uno de los socios, luego a otro, estos decían cosas distintas y se producía una confusión. Otras veces nos pasaba que todos los socios se encargaban del mismo tema y escuchar tres órdenes distintas sobre un tema, también confunde”.
“Por otro lado, no tuvimos nunca una baja de trabajo en los cuatro años que llevábamos con este cliente (Unilever), pero teníamos miedo de que en cualquier minuto nos abandonara y nos quedáramos en la calle prácticamente”, cuenta Sebastián Lara, Gerente General de AIE-Solutions.
A raíz de esto, Sebastián llega a COMPITE, mediante el programa COMPITE +1000, con el fin de establecer perfiles de cargo, organigramas y trabajar en la optimización de procesos operacionales.
Luego, un poco antes de la crisis social y la pandemia, decide tomar una asesoría más específica con el objetivo de desarrollar el área comercial de AIE-Solutions, y así poder diversificar su cartera de clientes y aumentar las ventas, ya que, el sector de la minería al que se centraban, bajó mucho la inversión entre el 2018 y 2019. Otros aspectos que se trabajaron con AIE-Solutions, fueron robustecer el modelo de negocios y la propuesta de valor de la empresa, para mejorar el proceso comercial y generar una estandarización de actividades claves para el proceso de venta.
“Hay que entender que el resultado final depende de uno, COMPITE no es que nos abriera los ojos, nosotros sabíamos lo que nos faltaba y lo que teníamos que hacer, pero no sabíamos cómo proseguir para conseguirlo. Como estábamos llenos de cosas y con poco tiempo, el tener a alguien que nos diera pauta y nos guiara fue fundamental para robustecernos como empresa”, explica Sebastián.
Finalmente, después de un trabajo en conjunto con el equipo de COMPITE, no sólo aumentaron las ventas, sino que también el número de solicitudes y el cierre de proyectos. Además, pudieron generar un plan para lograr fidelizar y generar un vínculo con los clientes más importantes.
Conoce más sobre el trabajo de AIE-Solutions en www.aie-solutions.cl