Una empresa saludable es aquella que posee procesos eficientes y productivos, sus diferentes áreas se relacionan de manera armónica y el modelo de negocio se observa rentable y competitivo, sin comprometer el bienestar de sus colaboradores. En consecuencia, una empresa saludable experimenta un continuo crecimiento natural.
La analogía de la “empresa saludable” es una imagen útil que representa el estado óptimo o ideal de una empresa. Pero, en términos operacionales y estratégicos, ¿qué hace que una empresa sea realmente saludable? En este artículo, hacemos una breve reseña de los 3 pilares fundamentales que la sostienen.
1. Orden financiero
El orden financiero es uno de los aspectos más fundamentales y básicos para que una empresa tenga buenas gestiones y sea rentable. Tener orden financiero en una empresa significa que todos los procesos relacionados al flujo de dinero están bien organizados y existe información clara y accesible para analizarlos.
Mantener un orden financiero en tu empresa te dará mayor control sobre las gestiones, al poder acceder y analizar la información financiera con mayor facilidad, ayudándote a tomar mejores decisiones estratégicas y resolver cualquier tipo de problema en su origen.
Por el contrario, manejar una empresa con desorden financiero, dificulta la toma de decisiones y puede causar una constante sensación de incertidumbre, debido a la falta de control presente y desconocimiento sobre lo que podría pasar a futuro.
2. Gobernanza
La gobernanza en una empresa tiene relación con la toma de decisiones a nivel de propósito de la empresa a largo plazo. La gobernanza en la empresa responde a las preguntas:
- ¿Cuáles son los valores que se viven y transmiten al equipo?
- ¿Cuáles son los objetivos estratégicos corporativos?
- ¿Cuáles son las políticas y prácticas generales de gestión?
Esta función de toma de decisiones la asume el directorio o forma de gobierno corporativo que esté presente en la empresa, pudiendo este tener una estructura y procesos formales o funcionar de manera más flexible. En general, los socios o dueños son quienes toman las decisiones a este nivel, las que conviven con decisiones respecto de los temas societarios, patrimoniales y, en caso de empresas familiares, con aquellas que tienen relación con la familia
.La gobernanza es fundamental para una empresa, ya que cuando no hay claridad de qué es lo que se quiere lograr y no hay estratégia, se produce desalineamiento y se desperdicia tiempo y recursos en actividades dispersas.
Índice de madurez de gestión PYME, 2021.
3. Gestión comercial
Si lo que se quiere es lograr un buen posicionamiento de marca, acceder a nuevos clientes y fidelizar a los actuales, la gestión comercial es esencial dentro de una empresa. La gestión de un proceso comercial y de comunicación corresponde a construir ciertas etapas que un prospecto (potencial cliente) recorre al interactuar con la empresa hasta convertirse en cliente.
Trabajar y estandarizar un proceso de gestión comercial, permitirá no solo competir por precio, sino que entregar un valor agregado a los clientes, ya sea por calidad de servicio, rapidez de respuesta, facilidades de entrega o pago.
En la gran mayoría de las pequeñas y medianas empresas, la gestión comercial es principalmente reactiva y transaccional. Es decir, el cliente compra cuando necesita algo y la empresa no hace un mayor esfuerzo por entender, conocer y fidelizar al cliente, sino que más bien actúa como tomadora de pedidos. Esto provoca que no existan lineamientos claros sobre cómo abordar a un cliente y tampoco se trabaja con indicadores que permitan saber los niveles de efectividad, tanto en tasas de cierres como de fidelización.
¿Qué hacer en caso de problemas de salud de mi empresa?
Este tipo de contenidos siempre son útiles para que puedas “tomarle el pulso” a la salud de tu empresa y evaluar la necesidad de hacer análisis más profundos. Algunas veces, los problemas se pueden solucionar ajustando algunas gestiones internas, pero cuando los problemas son más complejos, la consultoría profesional puede ser de gran apoyo. Al contrario de lo que algunos piensan, apoyarse en asesoría externa no es un indicador de que estés “haciendo las cosas mal”, sino porque existe la oportunidad real de hacerlas mucho mejor.
Con el tratamiento adecuado, toda empresa puede desarrollarse como una empresa saludable que pueda encaminarse hacia un crecimiento natural.